viernes, 29 de octubre de 2010

Ex rugbier es maestro jardinero, pero no de esos que podan arbustos y plantan orquídeas y gardenias



“A ver chiquitos, todos para acá, todos juntitos, con actitud, man. Armamos una filita y agarramos la manito del compañero, que vas que compañero es tu hermano, boludo. Dale, dale, repiqueteo y empiezo a caminar. Todos juntitos, chiquitos, todos juntitos, actitud”. Con esas palabras empieza todas las mañanas Juan Cruz Guindeu su trabajo, una vocación que según él que sintió desde siempre, incluso cuando tenía que abrazarse con gordos feos, malolientes y tirapedos en cada scrum, cuando Juan Cruz era el segunda línea de un equipo de la Urba. “Desde siempre, man, desde siempre me gustó esto de los chicos. Siempre le di para adelante, me rompí el orto estudiando, en cada clase, en cada examen que tenía que dar, con mucha actitud, siempre mirando para el frente, porque los niños sacan en mí una gran ternura. Imaginate que yo empecé a los 3 años a tacklear pendejos, man. Tackles elevadores, tackles al pecho, tackles sin pelota, tackles franceses, y que ahora venga un niño de esa edad y me demuestra tanto afecto con un abrazo es como completar un círculo hermoso, man, ¿me entendés? Es como ganarle al SIC con un pack de forwards fuerte que rompe por el primer eje de ataque. Es lo más, boludo, es lo más”. Ya hace 2 años que “el triturador” Guindeu trabaja en el Jardín de Infantes, luego de retirarse de la práctica amateur del rugby. Se lo nota emocionado cada vez que habla de su presente, mucho más que aquella vez que logró tacklear y hacerle volar la pelota a un pibe 58kg más pesado que él y que le llevaba 43cm de altura. “Esta es la energía que me alimenta todos los días. Es como desayunar con jugos y geles energéticos, 3 bananas, leche con creatina, avena, maíz, cereales, suplementos con vitaminas y proteínas, man. Es prácticamente lo mismo, por eso me cuesta entender cuando alguien me dice que esta actividad no tiene nada que ver con mis características de jugador, man. Cuando lo escucho me dan ganar de romper todo, boludo, rompo todo, ¿me entendés? Uh, se hizo la hora de guardar, boludo. Parate a cantar conmigo, man, haceme el aguante a full `A guardar, a guardar, man, cada cosa en su lugar, a guardar, a guardar, man, cada cosa en su lugar. Todos juntitos, más juntitos, chicos, más juntitos que nunca, esta es una salita, no somos 15, somos uno. ¡Vamos con nuestras mochilitas a casa, man! ¡Vamos!”. Según cuenta la directora del Jardín, Juan Cruz pidió tener a su cargo a 15 alumnos, argumentando que esa cantidad era ideal para poder trabajar todos juntitos. También fue Juan Cruz quien pidió permiso para organizar terceros tiempos con otras salitas (la amarilla, la celeste) con el fin de fomentar la buena onda entre todos. “Te tomás una chocolatada, tranqui, man. Conocés otras personas, te hacés nuevos amiguitos. Sólo una vez se armó quilombo. Habíamos invitado a unos pibes de primer grado, se la dieron de guapos y tuvimos que saltar, man. ¡No sabés cómo cobraron esos pibes, man! Los hicimos mierda. Después se calmó todo y terminamos cagándonos de risa entre todos. Quedó ahí, ya fue, man. Son cosas que pasan en los Jardines de Infantes”. Para cerrar la nota Juan Cruz “el triturador” Guindeu pidió dejar en claro una situación personal de la que muchos personas dan su opinión: “Sé que se está hablando de que si está bien o mal que yo cobre por este trabajo. Ya fui amateur en el rugby, man, ahora dejame cobrar unos pesos. ¿Qué querés, que me cague de hambre? Necesito ponerle nafta al Audi para que siga andando y eso no se paga con tackles, man. Un abrazo y 100% actitud, man”.

No hay comentarios: